martes, 28 de junio de 2011

You don't know what you have, until you lose it.



Hace mucho tiempo, conocí un chico. Traté de ayudarlo con una amiga, y terminé enamorándome de él. Era hermoso, lindo, tierno, bueno, divertido.. Era imprescindible para mí. Lo tenía todo, pero apenas podía verlo muy seguido, y ahí cometí el mayor error de mi vida. Terminamos, y quedé re mal porque me arrepentí no más hacerlo, pero era tarde. A los días volvió, y yo me quería matar. Pero bueno, nos hicimos más amigos. No dejó nunca de ser necesario en mi vida. Pero un día, no vino más, y yo lo extrañaba a cada ratito. Sí que es verdad, que cuando pierdes algo, te das cuenta de todo lo que tenías. Pasado mucho tiempo, con su mejor amiga, que también es una de las mías, nos pusimos a recordarlo. Fue demasiado lindo, pero aún lo extrañamos más. Recordamos cada momento. Ella me dijo: Si él vuelve, tienen que estar juntos! Y yo le contestaba: No hay algo que más desee que eso. El fue el único que me hizo feliz, que no me hizo sufrir, y al que más amé. Y de ahí, la noche de antes de mi cumpleaños, volvió él. Dándome la mayor sorpresa del mundo, el mejor regalo. Fue el momento más feliz desde hacía mucho tiempo. Es como que con él no puedo dejar de sonreír, todo lo hace mejor. Es el más tierno, el más lindo, el más bueno. No lo cambiaría nunca, por nadie. Lo amo con todo mi corazón. Él es perfecto para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario