Puede que no sea la chica perfecta, pero soy exactamente como soy. Puede que sea todo para alguien y que no signifique nada para otros. Puede que un día tenga mil sonrisas para repartir, y otros en cambio no tengo ganas ni de bostezar. Quiero a muchas personas, y a otras pocas las amo. Para unos seré la mejor amiga del mundo, y otros no me querrán. Tengo cosas buenas, pero también muchas malas.
Me gusta contarle mis secretos a la gente en la que confio y que esa gente confie en mi. Me gusta pasarme horas hablando por teléfono con mis amigas. Me gusta reír y, sobretodo, hacer reír. Me gustan los pequeños detalles y los grandes momentos. Me gusta recordar viejos momentos. Me gusta ayudar a la gente siempre y cuando se lo merezcan y aunque no se lo merezcan soy tan estúpida que lo acabo haciendo. Me gusta actuar sin pensar en las consecuencias y aun asi pocas veces me arrepiento de lo que hice. Otras veces, lo pienso demasiado. Me gusta aprender de mis errores, que no son pocos.
A veces puedo ser muy tímida, otras en cambio puedo no serlo tanto. Tengo muy poca confianza en mí misma y demasiada en los demás, a veces puede salir caro, muy caro. Pero no sé no confiar en ellos. Puedo ser tan encantadora por las mañanas, como por las tardes, pero depende del pie con el que me levante cada mañana. Tengo miradas que matan y sonrisas que emboban.
Tengo por costumbre soñar despierta todas las noches. Soy de las que prefiere un beso sincero que mil "te quiero" fingidos. Me callo muchas cosas que me gustaría decir. Tengo mis más y mis menos.
Vale. Lo reconozco. Me encantan las películas románticas. Lloro demasiado y me río con mucha facilidad. De acuerdo, pienso a menudo en tonterías y no llego a ninguna parte, lo sé, no soy perfecta, pero tampoco me preocupa demasiado.
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