Ahora que está todo claro. Que está todo dicho. Me duele. Claro. Yo sí te quería. Y, de hecho, te quiero. Pero, aún conservo un poco de amor propio. Y te juro, y me prometo, que estaré bien. Después de cómo te portaste no te mereces mi malestar. Tanto me decías que madure, que crezca y fuiste tú quién se comportó como un niño caprichoso y egoísta. Pero ten algo en cuenta, el dolor, con el tiempo, se cura. La conciencia, si no haces nada, no se limpia sola. Yo hice y dí todo por ti, mientras, ¿tú que hacías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario